18.5.24

Ojalá que esto sea el karma

 Aún vive el sol entre las piernas del cosmos

La marcha organizada de un meteoro

 se alinea a tu partida


La que huia era yo

sobrevolando las cordilleras de los cuerpos efímeros 

En los arrecifes de amores hundidos, buceo

Miro un pez a los ojos, que contiene más emoción que tu mirada al dejarme 

Al tacto, la piel amada es arena suave

Tocarte con vehemencia para someter tu erección al servicio hedonista de un recuerdo 

Retiras tus apuestas sólo porque no quise jugar contigo al azar

Eres un mal perdedor 

que se pierde en mí,

se pierde de mí,

se pierde y pierde

la noción de la cordura 

lanzando flechas indirectas que traspasan venados y ballenas y algunos roedores

No soy un animal, apenas y llego a musgo

Trepo los muros para que tu verbo no me alcance

Pero florecí en tu rostro e hice enredadera entre el verde y rojo de tus ojos 


Ojalá que esto sea el karma;

será mejor servirlo tibio antes de que la luna nos caiga encima y descubra que sí era para tanto.


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