¿Esto será un escape o una persecución,
el derivado de la paranoia, o una puerta?
Será salida y entrada
un viaje sin plan, sin seguro
el único cinturón que llevo puesto me sostiene los espectros
Señales de luz gesticulan una oración intermitente
se ha zafado el letrero de la calle que recorro en contrasentido
dilapida la noche el panorama
queda a obscuras la pedacería del camino
Tentar la textura del terreno
sin oportunidad de paso en falso
firmeza en los tobillos, usar la pupila del gato como
linterna
rostros en la periferia son fementidas pistas
las voces timan y describen una cartografía desfigurada
Al escándalo interior se le cobija con audífonos
El exterior es un boceto introyecto que acabará bilioso
apolillado
Demasiado lindo, demasiado lindo tu rostro, decías
Tomaste el volante por los cuernos y tiraste juramentos al
abismo
Por los meandros de tus palabras improvisadas
turisteabas
recolectábamos ofrendas de agua que se nos hicieron mar en
los ojos
por eso me bajé en el cruce de caminos
para cambiar de ruta, no quiero ser tu copiloto
dame el volante, puedes conducir sobre el azar
En la penumbra todos los dioses son pardos
levanto uno a cambio de las pocas monedas que llevo
la oralidad sagrada es alimento de escépticos
será Afrodita o Prometeo a quien beso esta noche
será Durga, será Shiva, será Toth
quien gira sus aspas sobre lo poco que queda de erotismo
Lo perdí casi todo en esas curvas cerradas
en la vuelta que di por tu cintura, cerrada
se resquebraja el Samsara y nos revolotean las valquirias;
no volveré a casa con escolta
no volveré
no hay tal tierra prometida
era la vagancia lo que le daba calor de hogar a la añoranza
en una ciudad que
sepultó sus monumentos
y amordazó las leyendas urbanas,
nos arrancaron el origen de raíz.
Tomaré el volante, no se necesita copiloto para perderse.
Venimos a sembrarle esta fantasía de viaje
donde el glamour va de la mano con la aventura,
tal como lo vio usted en televisión
la dama en el convertible con el cabello trotando por el
aire
el príncipe de un barrio burgués con sonrisa platinada
meandros, curvas, calles con el sol derramado sobre el asfalto
nosotros éramos los dioses del catálogo de la agencia de
viajes
manejando hacia el mar que yacía en los ojos del otro
sujétate, linda, eres demasiado linda para llevarte conmigo
siempre
decías antes de darle un trago a tu carísimo Bourbon
A la primer oportunidad, troté por el aire y cambié el
destino
puedes quedarte el Bourbon
el convertible y las sombras de tu madre que van en la
guantera
me llevo estos lentes que disimulan el pasado;
nada más nos queda,
nada más nos queda viajar
dar alas a los sueños comprados por impulso.
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