Ante la boca volcánica
El eco es
Encendido por una voz
Teje una mantilla sobre la espesura del silencio
Una natilla en el viento sin canto
La luz, si aparece, ilumina la ausencia
El eco espera callado
A que el guijarro caiga sobre la piel del agua
Toque invisible su cuerpo
Y el derrumbe que detona
Sea un golpe de voz
Le grito al silencio y se larga
Desencadenamiento de brincos disonantes
Que saltan de un muro al otro
¡Libre, libre! Pronuncia el eco
Ave atrapada entre espejos
Bola de pool que me regresa el grito
Rebota un rayo en el plexo
Donde habitualmente surgen los rayos
Auto-electrocución sonora
Soy una de las paredes que te provocan el eco
Y no me traspasas;
Tiemblas ante el estruendo
Lanzamiento de alaridos hasta que el vacío se colme de
libertad
Esclavizo al ruido y dentro de la copa aural
Nos hacemos larvas
Disminuimos de cuerpo a savia
De savia a resina
De resina a cristal
Se muere la voz ante el silencio
El pendular acorta los segundos
La braza agoniza
La voz sale de la caverna con hombros encrespados
El eco se ha callado
El eco es un insecto que no se puede sacudir
El insecto entró hasta la médula
Y ahí, el eco zumba a la voz de libertad
Siendo igualmente un preso
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