Estoy envejeciendo
Los rosales también pero se regeneran
Los libros también pero son reeditables
Los cerros también pero son casi eternos
Mi madre también pero a ella la vejez le luce
Estoy envejeciendo y no tengo hijos
No pienso tenerlos
Tendré una finca con perros, colibríes, plantas aromáticas
Seré una extensión de la madre natura
Iluminaré rostros pero no daré a luz
Estoy envejeciendo y no tengo a quién heredarle mi legado
A quién contarle la leyenda familiar
He cortado las posibilidades de esquejes
Con tanta ascendencia y sin descendencia soy sólo un embudo
Exterminio de linaje, control de la plaga humana
Miro a las mujeres con sus críos disfrazados de alter-ego
caminando en el mercado
Siempre con prisa, sujetando fuerte al crío
Con el deseo externo de que crezca sano
Con el deseo interno de que no aprenda a volar
La madre, con heridas de guerra en el vientre
La juventud degollada
Ofrece el sacrificio, su oficio sacro, ofrece el tiempo que
le
queda
Y yo tengo tanto tiempo de sobra que me asfixia el egoísmo
de mi vientre plano
Soy tan hija que no puedo ser madre
Soy tan niña que la mujer se asoma poco entre mis canas
Soy tan amante libre que no renuncio a seguirlo siendo
Pero estoy envejeciendo, mira los detalles de mis manos
La flacidez del cuello y los destellos de amnesia
Mira como subo los escalones de dos en dos
¿Recuerdas la gracia con que brincaba? Se ha muerto
¿Recuerdas mi talle acinturado? Yo tampoco
¿Recuerdas el café y tabaco de desayuno? Pues el doctor me
lo ha
prohibido
No me queda más que los recuerdos y los olvidos con leche
tibia
Las drogas ya no me abren puertas, ya todas las derribé
Y para asombrarme se necesita más que un pendejo adulador y
dos
pastillas
Ahora sé que el cuerpo es frágil
Que la memoria es el mejor y peor escondite
Y que la cosecha de mujeres…
... Nunca se acaba.