10.8.12
La muerte de Antonio Serna
Nada me mata más que la muerte
la repentina ausencia de un vacío que se llenaba solo
blandirme como cartulina manchada de tu arte
morir en la bajeza de la fama
ver una flama extinguirse mientras soy de fuego
caer, caer en la vida de la que escapas sin cuerpo
lo olvidaste, dejaste el cuerpo
la maquinaria pesada, tu laboratorio, tu taller
tu centro de entretenimiento y erotismo
te has muerto como el vulgo, moriste de muerte
de tanto haber vivido y de no saber para qué hacerlo
estás más ataúd que nunca
hasta parece que no volverás a pasearte
que tus pasos ya no andarán siguiendo tus pasos
siento que desde que no respiras hay más aire
todo este aire sobra y se lo comen los vivos
ahora qué haremos con tus discos, tus libros
que sólo han cohabitado contigo y entre ellos
no sé si adaptarlos a mi ipod, mi librero
o si son bestias salvajes, ermitaños, eruditos
¿qué hacerle al objeto de un muerto
darle vida al objeto
o revivir con el objeto al muerto?
jugar a los dioses es cosa de artistas
o de soberbios locos que es lo mismo
ni te revivo, muerto, cuando te recuerdo
ni a tu recuerdo mato, muerto
porque vives en el pensamiento
abstracto
como fuiste en vida, abstracto, querido muerto.
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