(Obertura)
Palabra
irreconciliable con ideas ya forjadas
Hechura determinante
que descalifica el intento de zurcido
Un acercamiento
quebrantado por disputas
De estruendo que
ignora el andar a tientas del silencio
(Preludio)
Reconocerme en la
superficie del agua o perderme en el oleaje
Quizá nadar sobre
una laguna obscura
En la que ningún
pez pueda escapar a su rigor
Ser un pez,
sumergido en el cosmos del agua
Que distinga los
destellos de luz y no comprenda formalismos de la tierra
(Fuga)
Sostener el fuego
con el puño sin ser el incendio
No quemarse y
dejar que el tiempo nos arda
La exquisita
estructura nos lleva a contrariar lo insondable
Así jamás
comprenderás a los peces
Al dogma del
vecino
A los otros yos
que se reconocen entre las redes
Y se desconocen en
campo abierto
(Coro)
Nada en el universo
es ajeno
Todo en el humano
es campo de batalla
Desde el mito del
libre albedrío
Desde el humano que
hizo constar su existencia
Desde el yo, el
yo, el yo
Hasta el confín de
los rostros labrados en arena
(Allegro)
¿Cuántos yos en la
circunferencia de un planeta que se exilia
han traspasado los límites de su sombra?
El primer paso a
la libertad, es librarse del orgullo;
Esa cárcel
solitaria que habitan fantasmas literarios
Las leyendas
comienzan donde la verdad se ahoga
En la misma laguna
en que un pez muere de asfixia y se hace alimento
Nadar y navegar:
estar dentro y estar fuera
Sumergirse, pero nunca
en lo profundo que me asfixia
¿Dónde están mis
branquias que llevan al epicentro de este enigma?
(Romance)
Estaba sujetando
las reminiscencias de un amor que se desgaja
Cuando llegó el
destino a zangolotearme por los hombros
Tú
eres ese destino
Que me sacude el
sobrante y me colma los vacíos
Que me
reinterpreta como una melodía desgastada
Y me descubre al
asomar su ojo por la cerradura de mis acertijos
La condición de
resolverme es no cegarse ante el abismo
Y escarbar hasta el paraíso que se oculta en la herida
primigenia
No me vas a
cambiar el paradigma, sólo ven y abraza mi desconcierto
Sé que tienes
tanta sed y sé que soy de agua
Si puedes
contenerme entre tus manos, no me sueltes
Si no puedes, n a d a
Pero no me dejes huir porque
soy agua
Y me pierdo entre
los cauces de la furia
(Interludio)
Estamos cautivos
Entre las páginas
de una novela que se escribe sola
Basta dar un par
de pasos para pasar la hoja
Y de una página a
otra cambiar el género de nuestra historia
Busco finales en
los clímax
Encuentro el
clímax escondido entre párrafos pasados
¿Habré perdido la
capacidad de sorprenderme
o será que la misma anécdota se regocija
cambiando de vestido?
Estoy manchando de
tinta todo mi cuerpo
Para que no se me
noten las palabras anteriores
Me reescribo y
hago parábolas inútiles
Por si alguien se
extravía entre mis frases
Y gusta
acurrucarse en mi leyenda que es la suya
(Vals)
Esta vez no es lo
que solía ser antes
Esta vez es un
reflejo de tus dudas
Se ha creado un
túnel que conecta las miradas
Para colapsar y
confundir
Tu ego con el mío
Que deben ser el
mismo porque nada nuestro es propio
(Danza)
La práctica hace
al necio
El talento como
escudo negligente
Nadie ha vencido a
la muerte
porque somos muerte
desde la concepción
El triunfo es el
cascabel de la última derrota
Si a la muerte le
podemos llamar derrota y
no triunfo.
(Piano)
Billones de soles
Se empecinan en
amanecer sobre las rocas
Las cortezas de
todos los planetas tienen un bronceado extraordinario
A pesar de estar
nadando como peces
Entre la marea de
la noche eterna
El fuego
de
los atardeceres
debe
ser el engaño más elaborado que perciben nuestros ojos
(Tocata)
Me extravié en el babel
de tu cabeza
Donde ninguna de
tus ideas sabe hablarme en un lenguaje conocido
Voy vagando entre
las ruinas de un discurso desmembrado
Recogiendo
guijarros que me den pistas para volver a casa
Para volver a ti
Y encontrarme
entre alguna de tus fisuras
O esconderme
dentro de tu desastre
Para arreglarte
desde lo profundo de tu caos
Y emerger entre
ceniza de un fénix que ha cometido suicidio
Por el temor a la
vida eterna
Y a la condena de
un mundo sordo
(Encore)
Canta el árbol
Trina el pez
Devora la tarde
Camina la roca
Bebe la carne
Fuma el volcán
Se incendia el
lago
Dibuja un cuento
Se muere la muerte
Florece el abismo
Y la palabra calla tu nombre.